Buenas
tardes!!! Hoy quiero compartir con vosotros una entrada muy especial,
trata sobre el Rey Arturo. Como la leyenda es muy larga, la intentaré
resumir lo más posible, aunque tendré que poner más de un post
para que quepa toda...
Si
bien es cierto que este blog trata sobre Irlanda, al documentarme
sobre el tema me encontré en numerosas ocasiones con la leyenda del
Rey Arturo y su relación con la cultura celta. La leyenda se centra
a finales del siglo V, principios del VI, cuando en Inglaterra ya
estaba decayendo la cultura celta. En esta época, Inglaterra se
encontraba en guerra entre los sajones y los pueblos bárbaros del
norte de la isla (pictos, scotos). Los celtas que poblaban esa zona
no acababan de someterse a la religión cristiana. Se dice que en
esta época hubo un jefe militar britano, de origen celta del sur de
Inglaterra que podría ser Arturo, que con su ejército de
mercenarios consiguió frenar a los sajones, retrasando en unos 50
años la invasión definitiva de la isla. Pero actualmente, como bien
sabéis, no se sabe quién fue Arturo, ni si existió en realidad.
Y
aquí va la leyenda:
Estas
batallas entre los celtas y los sajones solían ganarlas los sajones
así que el rey celta Uther mandó buscar a un niño nacido de un
hombre no humano. Gracias a las predicciones de este niño, llamado
Merlín, pudieron ganar las batallas. Un día, Merlín fue a visitar
a Uther, el rey y le convenció de que estableciera una mesa que
denominaría la Tabla Redonda, que le reportaría grandes beneficios.
Según la leyenda, Merlin le contó al rey una historia sobre dos
mesas célebres del pasado: la de la última cena y la que fundó
José de Arimatea. Le dijo que en cada una de ellas había un sitio
vacío y le animó a establecer una tercera que se llamaría la Tabla
Redonda. Uther, de esta manera, estableció la sede de la Tabla
Redonda en Carduel y eligió a sus componentes de entre los mejores
nobles del reino, de los cuales, Merlín escogió a los que debían
pertenecer a la Tabla Redonda. Pero cuando cada uno ocupó su puesto,
se dieron cuenta de que sobraba un sitio y que, según contó Merlín,
sólo podía ser ocupado por un caballero digno de conseguir el
Grial.
Por
otro lado, Uther se enamoró de Igraine, esposa del duque Gorlois,
pero como ésta no quería hacer daño a su marido, Uther pidió
consejo a Merlín, quien le ayudaría a cambio de que le entregara al
niño nacido fruto de su unión con Igraine. De esta forma, Merlín
cambió el aspecto de Uther, haciendo que pareciera el duque Gorlois,
para que Igraine creyera que pasaba la noche con su esposo en lugar
de Uther. Pero esa misma noche, los leales de Uther dieron muerte al
duque y, para compensar a la duquesa por su pérdida, Uther se casó
con ella. Igraine se quedó embarazada la noche que pasó con Uther
creyendo que yacía con su esposo y por ello, Merlín instó a la
pareja a llevar el embarazo en secreto y entregarle al niño a quien
él les dijera.
Cuando
el niño nació, Merlín se presentó con el aspecto de un hombre
mayor y se llevó al niño a casa de un caballero justo llamado
Ector, quien prometió cuidarle igual que a su propio hijo Kay y no
preguntar nunca sobre el origen del niño ni hablarle al muchacho
sobre su adopción. Este niño fue bautizado Arturo.
Cuando
ambos muchachos crecieron, Ector decidió llevarles al castillo de
Lot de Orkney para completar su formación de caballeros y donde se
ejercitarían en la corte en las artes de la caballería junto con
otros jóvenes. Fue allí donde conocieron a Beolwir, que sería
armado caballero el mismo día que Kay. Al terminar en la corte del
Rey Lot, Ector decidió ir a sus tierras con sus hijos; por lo que
celebró un banquete de despedida, donde Arturo, al finalizar la
cena, se encontraría con la reina y se la llevaría a sus aposentos
sin saber que era su hermana, pues era hija de Igraine y Gorlois (su
primer esposo).
Pocos
meses después, el Rey Uther, fue herido de muerte en una batalla. A
su muerte, los nobles trataban de defender sus derechos de sucesión
al trono de tal forma que había riesgo de que se llegaran a las
armas. Así pues, fueron a pedir consejo a Merlín, quien les instó
a que se convocara a todos los nobles en Navidad ante la fortaleza de
Carduel, que, como ya he mencionado, era la sede de la Tabla Redonda.
Y
hasta aquí la primera parte de la leyenda, el próximo jueves os
seguiré contando :)
Vero